George Best, uno de los futbolistas más carismáticos y talentosos de los años 60 y 70, dejó una marca imborrable en el Manchester United. Su habilidad en el campo y su estilo de vida fuera de él lo convirtieron en una figura icónica del fútbol. A pesar de una carrera que fue corta en comparación con otros grandes jugadores, su legado sigue siendo una referencia en el fútbol británico.